Mujer de corazón sordo y boca prófuga
te amo tanto como a aquella estatua
que me abre los brazos, pero no me abraza.
Mujer dónde echaste el corazón
dónde tu sangre vertiste
dónde tus besos desterraste?
Te abrazo y pareces un árbol seco
dejaste el cuerpo encallar en mi pecho
mientras tu espíritu se equilibraba
en la cuerda de Shakespeare
ser o no ser
amar o no amar calivabas.
Fuiste cobarde, fuiste niña
por que siempre as sido niña.
Caminaste por la calle que ya conocías
esa calle buena y tranquila
que tu hombre te regalo.
Rechazaste mi camino
por que era sendero desconocido,
y tu voz aventurera se calló
se callaron tus ojos
se calló tu cintura de violín
de calló tu pelo de arpa oscura,
pero hablo la ausencia
y esta soledad que me a echo su esclavo
ya es reina en todos mis rincones.