El mismo recorrido de siempre
Amanecer tendido como una tabla
Levantarme siempre hacia el lado derecho
Lavarme el rostro para inundar la sobnoliencia
Que se apodera de los ojos
Con latigazos rojos y casas echas de lagañas.
Me peino el carbón que llevo de pelo
Me miro minuciosamente al espejo
Para reconocerme y odiarme
Para ver que sigo siendo el mismo y no vuelo.
Salgo de la casa rápidamente
Camino por la calle, me saludan yo saludo
Me siento estúpido
Por que me reconocen el mismo
Soy el mismo en esta misma calle.
He sido el mismo durante mucho tiempo
Y no me harto de esta sombra
Ni me arranco el cuerpo
Para ser ángel
O simplemente una luz deambuladora.
Leo un libro y escribo para no sentirme un perro
Me traslado en la góndola de la mente nocturna
A la inexistencia del mañana
Por que ame mi pasado
He muerto en mi presente
Y renazco en un Mayo ya cercano.
Ah, amable y entristecedora soledad mía
Que la distancia fuera un vaso de greda
Para volverlo añicos.
Amados míos, amadas mías
Tan lejanos y silenciosos.
¿Qué diferencia hay con la muerte?
Allá afuera la noche es un teatro
Donde se tejen telarañas con voces y risas,
Acá en esta cueva no hay noche ni día
El tiempo se apago como una llama muda
Las ratas se mueren enflaquecidas.
¡Ven a mi Marco Polo
Y llévame con los mercaderes
A los puertos de telas aventureras!
¡Qué por bajo mi catre llegara a Narnia!
¿Por qué me condenaste a ser la soledad?
¿Habrá salario para mi mañana?
El amor rehúye de mí
Como si estuviera arto de mis alabanzas
Me escupe el rostro
Y se marcha doloroso en las caderas
De la mujer.
Un ejército de hormigas
Esta trepando por mi imperio ruinoso.
Es así cada día de esta vida
Caminar por mi pueblo amable
Caminar por la desgracia,
Sigo siendo opaco
Sigo siendo mi propio fantasma
Un translucido animal
Durmiendo sobre los relojes.
Mañana qué habrá mañana
Para esta escritura?
¿Habrá recuerdo,
Habrá buscarla desaparecida,
Habrá extensión de sus días,
Habrá cenizas,
Habrá florecimiento,
Habrá melancolía?
Mañana, qué habrá mañana para este muchacho?
Veo grandiosas puertas abiertas
Veo una luz de rayo de luciérnagas
Veo una mano misericordiosa
El rostro de mis Padres acariciando
Veo guerra
Veo a Dios
Veo a Dios,
El vuelve a mirarme
Y hablamos sosegados.